Redefinir la conversación y dar un paso más allá, transformándolo en un ámbito de diálogo, pero también de conflicto, entre artistas que compartirán espacio, cara a cara, bajo el subyugante y enigmático título de esta muestra. Esta muestra marcará una zona diferenciada de simbiosis, estímulo, contacto y fricción.
En el Umbral de la Catástrofe es una propuesta estética-política en donde los artistas se comprometen con la profunda problémática que nos aqueja: el cambio climático.
Estos artistas proponen una mirada a las formas ancestrales destacando las cosmogonías de las tradiciones orales del agua y de la tierra, así como formas de cultivo, como el arado con animales, marcando así los ritmos de la vida y de la muerte. Retoman, junto con enseñanzas de los viejos sabios, el verdadero entendimiento marcado por los astros, que resuena, como eco magnético en paisajes y marinas.
Como lenguaje plástico estos artistas abrevan de la abstracción matérica de Tápies, quien influyó de manera radical marcando un parte-aguas en la obra de Sergio Hernández, Paloma Torres, Guillermo Olguín, Guillermo Pacheco y quizá en Carlos Génova. La abstracción semi-matérica, como lenguaje, ha sido fuente de inspiración en las expresiones de estos artistas . Tal término alude, en realidad al procedimiento técnico de inclusión de materiales orgánicos en la capa pictórica, imitando el aplanado agrietado de un muro.
Encontramos en esta mirada, signos que no se prestan a la fácil lectura, pertenecen sin embargo a los códigos de uso mas generalizado: al alfabeto o a la aritmética, cuando el grosor suculento del empaste sugiere la materia, donde las composiciones matéricas, invitan al goce sensual del tacto, elemento fundamental y constante en estas obras. Estos artistas trabajan directamente la materia y pintaban con polvos orgánicos tamizados, recordando que quizá, confundirse con el polvo es la identidad profunda de todos.
¿Cuál es la propuesta? Acaso será volver a los ritmos de la tierra, a sus ecos, a sus polvos, a su materia, a su energía biológica y cósmica que marcan los balances entre el quehacer del hombre y la naturaleza. Estos artistas re-toman el péndulo como metáfora para entender el engranaje cíclico que articula la práctica pictórica. Lanzada al movimiento, esta atracción gravitacional devuelve el enfoque que los artistas en conjunto recurren a preguntas a medida que se mueve entre diversos entornos, formatos y contextos, llegando cada vez mas a respuestas abiertas.